El unicornio es un animal fabuloso protagonista de numerosas historias y leyendas. En la Edad Media estaba considerado como un animal fabuloso capaz de derrotar a animales más fuertes físicamente, incluso elefantes.El unicornio era un animal de hábitos solitarios y muy esquivo, pero igualmente agresivo, así que su caza era particularmente difícil. Los nobles de la Edad Media enviaron cazadores a la India para dar caza al unicornio.
Durante todo el Medievo fue perseguido por su cuerno ya que brindaba protección contra todos los venenos así como enfermedades, lo cual lo hacía muy longevo a quien se lo administraba; los nobles y los hombres buscaban estos dones consumiendo ese cuerno en forma de polvo en la comida y bebida, preferiblemente en una copa hecha del mismo material. Por obtener este remedio contra la muerte, los nobles de la antigüedad pagaban cifras astronómicas. De este modo creían que jamás podrían ser envenenados.
Existen varias hipótesis que intentan explicar la aparición de la leyenda del unicornio en Europa:
La primera procede de las exploraciones griega, italiana y macedonia en la India: existían relatos de criaturas de un solo cuerno, probablemente rinoceronte índicos. Si el hipopótamo fue llamado "caballo de río" por los exploradores griegos "caballo" y "río", parece verosímil suponer que igualmente describirían a un rinoceronte indio como un caballo con un cuerno sobre la cabeza.La segunda proviene de los pueblos vikingos que comerciaban en el interior de Europa cuerno de narval; las primeras representaciones artísticas conocidas de este cetáceo en el interior de Europa eran similares a un unicornio marino. Muy probablemente, y puesto que el mito está documentado desde la antigua Grecia, los pueblos nórdicos tan solo aprovecharon la leyenda preexistente para vender colmillos de narval como si fueran cuernos de unicornio, asociados a todo tipo de propiedades curativas.
Hablando de hechos enlazando con el primer punto, hace referencia a la Cultura del valle del Indo donde se han hallado unos 2000 sellos, que representan todo tipo de animales de la zona, en la cuarta parte de los 2000 hallados, encontramos grabados de animales de cuerno único y curvo (como cabía esperar, no recto); se da por válido(obviando estudios acerca de la perspectiva y la iconografía representativa), ya que el resto de grabados no poseen animales míticos, es más, esta civilización desaparecida no tenía religión conocida, ni templos ni grandes estatuas, por lo que se descartan la mitología, dioses o similares.
Lejos de todas especulaciones, muchos consideran que quizá el unicornio fue una mala apreciación de un animal que hasta ese entonces desconocido pero que puede ser prácticamente reconocible en nuestros, más de un animal parece tener la forma de un caballo y sólo un cuerno en la cabeza.
Es más, en lugares como la India o Nepal, muchos pobladores tenían la costumbre de entrelazar los cuernos de las cabras cuando estas se encontraban en la primera edad, para que fueran consideradas líderes y así pudieran defender a su rebaño con su cuerno a manera de lanza.
Otro dicen que el unicornio era simplemente un tipo de rinoceronte ya extinto, que habría existido también en la India o con un tipo de ballena llamado Narva, que presenta un gran cuerno y que justamente, los restos de este animal, eran usados para estafar a muchos nobles de esas épocas, se dice por ejemplo, que durante el siglo XV, la reina Isabel I de Inglaterra compró un colmillo de este cetáceo a un precio equivalente al costo de un castillo. La reina lo usaría como un centro y como antídoto antiveneno. Este sería llamado luego “El cuerno de Windsor”. Sea como fuere, El unicornio nos representa pues tanto la fuerza, la libertad, el valor y el poder como la magia, lo desconocido y la belleza.
LA LEYENDA DE GIOMAR Y EL UNICORNIO
Gobernaba en Navarra el rey Sancho el Magnánimo que, tras muchos años de pelear contra los moros que amenazaban las fronteras del Reino, había conseguido llevar la paz a sus tierras. Sancho, casado con Doña Aldonza, tenía dos hijas, Violante y Giomar. Las dos eran hermosas, virtuosas y discretas. La primera era morena y la segunda rubia. Todos los que las conocían las querían y las respetaban y ellas iluminaban la vejez de sus padres. Una tarde, llegó al castillo un caballero que se dirigía a tierras lejanas. Nada más verse, el caballero y Giomar se enamoraron perdidamente el uno del otro. Al día siguiente, el joven prosiguió su camino y nunca más volvió, pues murió en la guerra. Giomar entristecía cada vez que pensaba en él, aunque nada dejaba traslucir para no preocupar a los suyos, que la creían totalmente feliz. Pasaron los años y Doña Aldonza murió.
El luto se apoderó del castillo y sobre todo, se introdujo en el corazón del rey Sancho de tal forma que parecía agonizar de dolor. Ni la atención de sus hijas, ni los cuidados de sus hombres servían para nada. Aquel hombre fuerte y corpulento se iba debilitando día a día; sólo esperaba la muerte para ir a reunirse con su querida esposa. Muchos médicos y curanderos visitaron el rey pero ninguno conocía el remedio para curar su enfermedad. Un día llegó al palacio un ermitaño que pidió ver al enfermo. Después de observarlo con atención dijo: -Don Sancho sanará. Sólo necesita beber un brebaje que yo prepararé. La esperanza asomó a los rostros de todos los presentes; el ermitaño continuó: -Ahora bien, para que la medicina sea eficaz, deberá de tomar el brebaje en un vaso hecho con cuerno de Unicornio. Todos se miraron consternados. ¡No había ningún vaso de cuerno de Unicornio en el lugar! Las princesas estaban desilusionadas y apenadas.
El ermitaño, al ver el desconcierto que sus palabras habían causado, volvió a hablar. -¡No está del todo perdido! En el bosque de Betelu vive un Unicornio, tiene forma de caballo y un cuerno en la frente. Es un animal peligroso y de difícil captura, sólo se rinde ante las personas que tienen un alma pura y que no haya tenido penas de amor... Todos los ojos miraron a Violante y a Giomar. La hermana mayor se ofreció prontamente. ¡Ella iría en busca del animal!Y, en efecto, Violante se internó en el bosque de Betelu. Iba decidida y con paso firme. A los pocos minutos oyó, a lo lejos, el relinche del Unicornio y fue tal el miedo que se apoderó de ella que salió corriendo y no paró de correr y de llorar hasta llegar al castillo. Don Sancho, seguía empeorando. Giomar tomó la decisión de ir en busca del animal. Eligió los mejores ballesteros del castillo y fue al bosque.
Todavía sufría penas de amor por aquel caballero que un día conoció y sabía que corría un grave peligro, por eso dio orden a los ballesteros: -Manteneos atentos. Cuando veáis que el Unicornio me ataca disparad las saetas. Giomar se adelantó y esperó al animal. Este no se hizo esperar. Al ver a la joven se acercó, y cuando ella tendió la mano para acariciarlo, le acometió furiosamente atravesándole el cuerpo con el cuerno. Los ballesteros dispararon pero ya era tarde, Giomar había muerto. Los soldados llevaron al castillo el cuerpo de la muchacha y el cuerno del Unicornio. El rey Sancho el Magnánimo sanó, pero no vivió mucho pues la muerte de su hija le partió el corazón y ya no hubo medicinas para curarlo.
LA LEYENDA DEL BOSQUE DEL REY
Esta es la historia más famosa de la Europa medieval. Se dice que un noble muy ambicioso quería apoderarse del cuerno de un Unicornio por los poderes mágicos que poseía. Y como era sabido que el aroma de una virgen atraía a la criatura, el hombre usó a una joven y hermosa doncella como trampa, y la hizo sentarse bajo un árbol en un bosque y esperar. (El bosque pasó a ser conocido como “El Bosque del Rey”). Luego de un rato, el Unicornio apareció y confiadamente se acercó a la joven ignorando la presencia del noble y sus soldados. Estos lo rodearon, lo llevaron al castillo del hombre, y después le quitaron la vida para así apoderarse de su cuerno.
En el siglo XV, los nobles y poderosos ofrecían hasta 40.000 monedas de oro a cualquiera que fuera capaz de capturar a la criatura y así cortar el codiciado cuerno. Mas los cazadores, para obtener la recompensa, usualmente entregaban el cuerno de cualquier otro animal.
De acuerdo con uno de los últimos bestiarios medievales (enciclopedias de bestias y criaturas conocidas del mundo medieval), el Unicornio de naturaleza enemigo del León. "León y Unicornio parecen ser tradicionalmente rivales, y ninguno de ellos es más fuerte que el otro. Son iguales en fuerza y ambos son capaces de ganar una lucha. Y dentro del reino animal, los dos son considerados reyes…"
Para saber más:
Cristina Cambareri, EL MÁGICO MUNDO DE LOS UNICORNIOS,
Neo-person, 2006