La abadía de Glastonbury
Hay tantos mitos asociados con Glastonbury que es difícil saber por dónde empezar a hablar de ellos. Hay dos corrientes principales de leyendas que rodean Glastonbury, aunque se enredan entre sí hasta cierto punto. Los dos arroyos giran en torno a las románticas figuras de José de Arimatea y el rey Arturo. Vamos a tomarlos de uno en uno.
José de Arimatea
José fue la figura bíblica que tomó el cuerpo de Jesús después de la crucifixión. Según algunas leyendas, él era en realidad el tío de Jesús, y había visitado Gran Bretaña años antes con Jesús en la búsqueda de sus intereses en el comercio del estaño. Parece que en realidad había una fuerte presencia judía en el oeste de Inglaterra en ese momento, y muchos de los mineros de hojalata pueden haber sido colonos judíos.
En cualquier caso, cuando Jesús murió, José pensó que era prudente huir de Palestina, y después de muchos dolores de parto vino a Gran Bretaña con una compañía de seguidores. Trajo consigo el Santo Grial, la copa que Jesús usó en la Última Cena. Algunas versiones de la leyenda dicen que el Grial contenía dos gotas de sangre capturadas del costado de Jesús cuando fue herido en la cruz.
Cuando José llegó a Gran Bretaña, el rey local le concedió tierras en Glastonbury. Cuando llegó a Glastonbury, José clavó su bastón de espinas en la tierra, sobre el cual arraigó y explotó. Un corte de ese primer árbol fue plantado en los terrenos de la posterior Abadía de Glastonbury, donde continuó floreciendo cada año después de la Navidad. Todavía hay un árbol espinoso en el terreno de la Abadía, de una variedad autóctona de Tierra Santa, y florece en la época navideña.
Se dice que José estableció la primera iglesia en Inglaterra en Glastonbury, y los registros arqueológicos muestran que bien pudo haber una iglesia cristiana extremadamente primitiva aquí. Lo que le pasó al Santo Grial es otra cosa. Algunas leyendas dicen que José enterró el Grial al pie del Tor de Glastonbury, tras lo cual brotó de la tierra un manantial de sangre.
Hay un pozo en la base del Tor, el Pozo del Cáliz, y el agua que sale de él tiene un tinte rojizo, debido al contenido de hierro del agua.
Otras leyendas dicen que el Santo Grial fue enterrado con José cuando murió, en una tumba secreta. La búsqueda del misterioso Grial surge una y otra vez en los cuentos de Glastonbury. Tambié explica la leyenda que la iglesia fundada por José continuó durante muchos años. Con el tiempo se convirtió en un monasterio, y uno de los primeros abades fue el futuro San Patricio, que nació en el oeste del país.